Entrado ya el otoño y a medida que se acerca el final del año podemos adivinar, sin necesidad de una bola de cristal, dos cosas. Que, probablemente, ya te has tropezado con el turrón en el supermercado y que, hasta en sueños, te encuentras con anuncios de seguro médico. Si has pensado en caer en la tentación y tienes dudas sobre la opción que más te conviene, has aterrizado en el lugar adecuado. Hemos preparado esta guía básica para contratar un seguro de salud.

La mayoría de seguros de este tipo se renuevan el día 31 de diciembre, razón por la que, en esta época del año, te tropiezas con ofertas a cada paso. Puede que estés valorando cambiar de compañía o creas que es el momento de ver que se cuece en el mundo de los seguros médicos. Sea como sea, esta guía básica para contratar un seguro de salud, te será de ayuda.

¿Qué tipos de seguro existen?

El Seguro de Asistencia Sanitaria es el más común. En este tipo de seguro, cada vez que necesitas un servicio, escoges en el cuadro médico concertado por la entidad aseguradora el profesional al que quieres acudir. Para reducir el coste del seguro, es habitual que la compañía o tu mediador te ofrezca la posibilidad de contratarlo “con copagos”. ¿En qué consiste? Sencillamente significa que, como asegurado, asumirás una parte del coste de la asistencia médica, que deberás pagar tú mismo.

Por otro lado, el Seguro de Reembolso de Gastos te permite elegir libremente los profesionales, sin necesidad de ceñirte al cuadro médico de la aseguradora. Puedes acudir a tu médico de confianza, pagar la consulta o servicio y luego la compañía te reembolsa un porcentaje previamente acordado, generalmente el 80%.

Existen opciones que combinan ambos tipos de seguro. Por ejemplo, podrías estar obligado a usar los profesionales del cuadro médico para la mayoría de las especialidades, pero tener la libertad de elegir tu ginecólogo o pediatra bajo la modalidad de reembolso.

¿Qué debes tener en cuenta si vas a contratar un seguro?

Como ves, son varios los tipos de seguro y opciones de contratación que existen. Antes de decirte por uno u otro debes tener en cuenta cual se ajusta más a tu caso particular. Revisa los siguientes aspectos:

Plazos de carencia

Al contratar un seguro médico por primera vez, hay coberturas que probablemente no estén disponibles de inmediato. Los plazos para poder realizar ciertas pruebas o tratamientos pueden ser de seis meses, ocho o incluso un año. Y pueden variar mucho de una compañía a otra.

¿Por qué existen? Para evitar que contratemos el seguro cuando necesitamos hacer una prueba diagnóstica, un tratamiento médico caro o porque nos hemos quedado embarazados, por ejemplo.

Preexistencias

No mientas nunca en el cuestionario de salud. Es muy importante decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Si tienes una enfermedad o lesión anterior y no lo dices, acabarán enterándose y te arriesgas a no poder hacer uso del seguro cuando más lo necesites.

¿Qué ocurre cuando tienes una preexistencia? Expón tu caso. La compañía puede actuar de varias formas una vez conozca tus antecedentes médicos. Puede no querer asegurarte. Puede aceptarte como asegurado pero no cubrir esas lesiones o enfermedades anteriores. O puede aceptarte y cubrir esas preexistencias a cambio de que pagues una sobreprima o recargo en el precio.

Coberturas y condiciones

Es importante leer antes de firmar. Revisa qué cubre el seguro. ¿Entran todas las especialidades médicas? ¿Cubre la hospitalización e intervenciones quirúrgicas? ¿Métodos avanzados de diagnóstico? Entérate de lo que vas a contratar y en qué condiciones.

¿Qué excluye? Es indispensable saber en qué situaciones NO vamos a poder hacer uso del seguro. Hay pólizas que excluyen la asistencia sanitaria derivada de accidentes mientras se practican actividades de riesgo, tentativa de suicidio, tratamientos de fecundación in vitro o inseminación artificial, epidemias, enfermedades profesionales, etc.

Revisa si tiene copago. La prima suele ser menor en este caso pero igual no nos compensa si hacemos uso habitualmente de los servicios que nos ofrece el seguro.

Ojo con las ofertas. En ocasiones nos ofrecen un precio muy barato para captarnos pero, al año siguiente, llegan las sorpresas. Revisa como varía el precio, como son las tarifas que utilizan.

Y mucho cuidado con los seguros Low Cost. Puede dar la sensación, vistos los anuncios con los que nos bombardean a cada paso, que tener acceso a la sanidad privada es cada vez más económico, pero tiene truco. Puede que estés contratando un seguro que únicamente cubra la asistencia primaria. O solo especialistas. Tal vez combine ambas y estés renunciando a la hospitalización o aceptes unos copagos de escándalo sin saberlo. ¡Nadie da duros a cuatro pesetas!

¿Y si quiero cambiarme?

Si ya tienes seguro, has buceado en las opciones existentes y decides cambiarte de compañía, además de lo anterior, ten en cuenta:

¿Qué ocurre con las carencias?

Muchas compañías eliminan los plazos de carencia si demuestras que provienes de otro seguro. ¡Compruébalo! Y prepara los recibos de la póliza anterior, te los pedirán para confirmar que estás asegurado actualmente.

¿Y si tengo una enfermedad?

Si sufres una enfermedad que tu seguro actual cubre porque antes de contratarlo no la tenías, piénsalo bien e infórmate aún mejor. ¿La nueva compañía va a cubrirte esa enfermedad?

Si decides cambiarte, asegúrate que no van a rechazarte y que vas a tener cobertura por ese tema. ¡Hazlo antes de anular la póliza que tienes!

¿Cuál es el plazo para anular el seguro?

No olvides que existe un procedimiento a seguir y unos plazos que debemos cumplir para no meternos en fregados innecesarios. Devolver el recibo sin avisar no es la mejor forma y lo más probable es que te enfrentes a una reclamación judicial.

¿Qué debes hacer? Avisa con un mes de antelación, por escrito y de forma que quede constancia.

¿Más dudas? Como siempre, estaremos encantados de ayudarte. Deja tu comentario o ¡contacta con nosotros!

WeCreativez WhatsApp Support
Envíanos cualquier consulta que tengas, te responderemos lo antes posible. Estamos para ayudarte.
👋 ¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte?