Parecía que el verano iba a durar eternamente pero, como todo, ¡se acaba! Si sufres de PDS, Pequeños Demonios Sueltos, entenderás de lo que hablamos. Vuelven las rutinas diarias, los horarios monótonos y, por fin, ¡vuelve el cole! Para que te sientas un poco menos mal por dar palmas de alegría, vamos a contarte un secreto: hay un montón de seguros que cubren a los niños en su día a día.
¡Ya! Ya sabemos lo que estás pensando. “¡Yo no he contratado nada!”. Y tampoco es necesario. Por extraño que te parezca hay un montón de seguros que cubren a a los niños en su día a día aunque no hayas soltado la pasta expresamente para ello. O creas no haberlo hecho.
¿Cómo? Puede que creas que has pagado por un seguro para tu casa, por la matrícula del instituto o por la inscripción de gimnasia rítmica. Y lo has hecho. Pero has pagado por mucho más que eso.
¡Atiende!
El colegio
Te levantas por la mañana, les obligas a quitarse las legañas y les pones el desayuno. Mochila, merienda y ¡ala! Al autobús. Cada día se suben en el transporte escolar un par de veces y, tal como obliga la Ley, están protegidos por el seguro de vehículos que ha de tener contratado.
Llegan al cole. Hay un pequeño agujero en el patio, suficientemente grande para que tu peque, que encuentra todos los tortazos que se han perdido, se la pegue. Los lloros se oyen a tres kilómetros a la redonda y no es para menos, se ha roto el brazo por dos sitios. Para encargarse del desastre ¡seguro escolar al rescate!
Cuando ya tiene el brazo a punto para nuevas aventuras, se van de excursión. Una obra de teatro y a merendar en un parque cercano antes de volver. Un bocata de chocolate provoca un choque de trenes que termina con el compi de tu peque con las gafas hechas puré. ¿Quién es el responsable? ¡El cole! Su responsabilidad civil debe costear la factura.
Y en el comedor escolar, si la comida no estaba en buen estado ¡también hay seguro! Pero no vale reclamar porque al rey de la casa no le gusta como cocinan las lentejas…
En casa
Ya te adelantamos que con tu seguro de hogar probablemente hayas firmado mucho más que la protección de tu casa. Tienes la tranquilidad de saber que un incendio no te arruinará para siempre, que un robo no te fastidiará el año y, aunque no lo sepas, la seguridad de que las ideas de bombero de tus retoños, con el tiempo, serán solo una anécdota.
¿Han decidido que era un momento ideal para tirar huevos por la ventana? ¿Para jugar al balón contra los cristales del vecino? ¿Para experimentar con la ley de la gravedad y cronometrar cuánto tarda una maceta en caer a la calle? Los daños pueden ser tremendos si derriban a un ciclista con el huevo, si la galería del vecino queda hecha un colador o si la maceta termina adornando la cabeza de quien pasaba por allí. Y tu cartera temblará por toda la eternidad salvo que sepas que de forma general el seguro de tu casa cubre tu Responsabilidad Civil Familiar. ¡Por suerte!
Lo mismo si en una tarde de playa acaba liándola. ¿Quién quiere cubos y palas habiendo piedras? Coge las piedrecitas y las tira al aire a ver dónde caen… hasta que aterrizan en el diente de la criaturita que se ha juntado con tu pequeño demonio hoy.
¡Importante! Puede que otras situaciones NO estén cubiertas por el seguro pero que SÍ se puedan EVITAR y PREVENIR a través de él.
Imagina que un día te encuentras con unos cargos en tu cuenta por valor de unos 300€. Tu hija quiere ser YouTuber y se ha abierto un canal. No solo eso, además ha contratado un servicio de publicidad pensando que iba a ser una estrella e iba a cobrar por la publi. Aceptó los términos y condiciones que todos solemos leer – ¡ejem! – y lo que contrató es un servicio que publicita sus vídeos.
La instalación de programas de control parental o el asesoramiento para navegación segura son coberturas adicionales cada vez más habituales y que podrían ayudarte a conocer y controlar sus actividades en internet.
En su tiempo de ocio
En las actividades extraescolares hay seguro de accidentes.
Si se cae en el parque porque el columpio estaba defectuoso existe un seguro de responsabilidad civil.
En la piscina municipal, ídem.
Y podríamos pasarnos el día poniendo ejemplos.
El caso especial del Bullying
¿Algo que, como padres, nos preocupe más? Seguro que te horroriza pensar que tus hijos pueden pasar por esto y tú no darte cuenta. O darme cuenta demasiado tarde. Incluso seguro que te da pánico ponerte en el caso de que sean ellos los que acosen a otros niños.
También en estos casos podemos acudir a los seguros y no únicamente si hemos contado con un producto específico para bullying o ciberbullying, que los hay.
La Responsabilidad Civil del colegio se hará cargo si no han actuado con diligencia o conocían lo que estaba ocurriendo y no han hecho nada para solucionarlo.
Y las garantías complementarias del seguro de tu casa que acabamos de descubrir en el punto anterior pueden ser de mucha utilidad a la hora de ayudar a nuestros hijos en momentos como estos. Recuerda el asesoramiento para navegación segura en internet, la instalación de medidas de control parental o las coberturas para casos de robo de identidad… ¡Más vale prevenir que curar!
Si necesitas ayuda porque te has visto en alguno de los casos anteriores ¡contacta con nosotros! Y no olvides seguirnos en Instagram o TikTok.
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